
Errores comunes al elegir iluminación y cómo evitarlos
Seleccionar la iluminación adecuada para cada espacio es clave para garantizar confort, funcionalidad y estética en el hogar. A pesar de la amplia oferta de luminarias y tecnologías, es común cometer algunos errores en el diseño de la iluminación. Aquí te contamos los más frecuentes y cómo solucionarlos.
No considerar la temperatura de color
La temperatura de color, medida en grados Kelvin (K), influye directamente en el ambiente de cada estancia. Elegir la adecuada es fundamental para el confort visual y la coherencia del espacio.
• Luz cálida (2700K-3000K): Ideal para crear ambientes acogedores y relajantes en estancias como dormitorios, salas de estar y comedores. Este tipo de luz es perfecta para fomentar la relajación y la convivencia.
• Luz neutra (3500K-4000K): Aunque la luz neutra es muy común en farmacias, oficinas o puestos de trabajo, en el hogar su uso debe ser limitado. Solo se recomienda para baños y cocinas, siempre y cuando estos espacios no estén conectados visualmente con otras áreas de la vivienda, para evitar la mezcla de tonos de luz.
• Luz fría (5000K-6500K): Generalmente, la luz fría se utiliza en instalaciones hospitalarias e industriales donde la visibilidad y concentración son fundamentales. En el ámbito doméstico, su uso debe ser muy limitado y solo se justificaría en espacios de trabajo muy específicos.
Consejo: Evita mezclar temperaturas de color en espacios que están conectados visualmente. Esta inconsistencia puede generar un efecto discordante.
No calcular adecuadamente la cantidad de luz necesaria
Es común pensar que el consumo en vatios refleja la cantidad de luz, pero lo importante son los lúmenes, que indican la intensidad real.
Para calcularlos, considera:
- Superficie del espacio
- Altura del techo
- Colores y reflectancia de paredes y suelos
- Función de la estancia
Una planificación adecuada asegura una iluminación funcional y evita zonas con exceso o falta de luz.
Ignorar el tipo de bombilla y su compatibilidad
Las bombillas LED han sustituido a las tradicionales, pero no siempre se eligen correctamente. Algunos errores habituales incluyen:
- Elegir bombillas incompatibles con reguladores de intensidad.
- Escoger casquillos que no se adaptan al portalámparas.
- No tener en cuenta la eficiencia energética o el índice de reproducción cromática (CRI).
Solución: Verifica siempre la compatibilidad de las bombillas con el sistema existente. En algunos casos, puede ser necesario actualizar la instalación o los mecanismos de regulación.
Colocación incorrecta de las luminarias
Confiar solo en una fuente de luz central es un error frecuente que provoca una iluminación ineficiente y poco acogedora.
Solución: Trabaja con una iluminación en capas (layering):
General: Plafones o lámparas de techo.
Ambiental: Tiras LED, lámparas de mesa o de pie.
Puntual: Lámparas de lectura o apliques.
Regulación de intensidad Para ajustar la luz según el momento, generando ambientes versátiles.
Esta estrategia, conocida como layering, permite adaptarse a diferentes necesidades de luz y crear ambientes más dinámicos y acogedores a través de diferentes encendidos de las luminarias y regulación de las mismas.
No utilizar iluminación en capas
Este error está ligado al anterior. Usar solo un tipo de iluminación genera estancias planas y sin dinamismo. Cada área requiere diferentes niveles de luz para cumplir su función y mejorar la experiencia del usuario.
Solución: Combina distintos tipos de luz. Por ejemplo, en el salón puedes utilizar:
- Una lámpara de techo como luz general.
- Una lámpara de pie para crear ambiente.
- Focos dirigidos que destaquen elementos decorativos.
Conclusión
La iluminación es uno de los elementos más importantes (y a veces subestimados) en el diseño de interiores. Evitar estos errores y elegir soluciones adecuadas garantiza espacios confortables, estéticos y funcionales. La luz adecuada transforma cualquier ambiente.
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